En una final tremendamente pareja, tras un desempate ganado por apenas una unidad, los ercillanos Jean Carlos Schnake y Víctor Mario Padilla se impusieron a la collera conformada por Juan Carlos Loyola y Eduardo Casado.
El 12 y 13 de noviembre pasado, el Club Victoria que preside Pedro Sánchez, organizó un rodeo de Segunda Categoría, tipo Provincial en Tres Series Libres.
Aunque desde hace años los clubes de la Asociación batallan contra un panorama complejo en cuanto a disponibilidad de animales óptimos para las corridas de vacas, esta competencia resultó especialmente complicada para los participantes debido a las dificultades que presentó la novillada.
Las colleras tuvieron que doblegar esfuerzos para efectuar enquinchadas válidas, escenario apretado que fue evidente en la Serie Campeones: una atajada de diferencia existió entre las seis parejas que accedieron al cuarto animal, culminando con un desempate por el primer lugar que se resolvió por un punto.
¡Vamos corriendo!
A eso de las 11:00 horas del pasado sábado 12 de noviembre, cinco fueron las primeras colleras en ingresar a la pista de la medialuna para disputar la Serie Criaderos: con un ganado que auguraba dificultades, sólo el Criadero Las Treacas con Héctor Daniel Lühr y Benjamín Arteaga en Ulmo y Chamiza sumó 4 puntos buenos, inscribiéndose tempranamente en la planilla de la Serie Campeones.
Treinta y cuatro parejas fueron nombradas para la Primera Serie Libre, clasificación en que el mayor rendimiento deportivo corrió por cuenta de Egon y Egon Gebert en Aniñada y Barranco, seguidos por Héctor Daniel Lühr y Ramón Belmar en Roto Chico y Faraón, Víctor Manuel Vilches y Samuel Ignacio Urriola en El Pirito y Acariciando, Rodrigo y Rodrigo Marín en Oro Purito y Capelete, Carlos y Carlos Zúñiga en Carrizal y Peculiar, el Criadero Michalalhue con Mauricio Montoya y Elías Alfredo Gazaue en Don Cucho y Rania, y José Tomás Zúñiga y Sergio Espinoza en Charro y Legendario.
Bien avanzada la tarde sabatina se corrió la Segunda Serie Libre, instancia en que los abrazos se repartieron entre Patricio y Joaquín Andrade en Camorrero y Retocao, Jean Carlos Schnake y Víctor Mario Padilla en Maullín y Fiestero, Ronny Seguel y Luis Pavez en Encañao y Estrellazo, Mario Kuncar y Víctor Manuel Vilches en Peluzón y Conserje, Fernando y Juan Alberto Ramírez en Torcido y Coscorrón, Eduardo y Rolando Casado en Don Pablo II e Iracundo, y Pedro Hoffmann y Cristián Birchmeier en Navajuela y Contigioso.
Finalmente, a las 10:00 horas del domingo 13, veintiocho colleras se dieron cita para disputar las últimas seis clasificaciones disponibles para la final de la tarde: las escarapelas matinales fueron para Jean Carlos y Carlos Schnake en Puntúo y Roto Lindo, Cristián Carmine y Robinson Emilio Naour en Candelaria y Temporal, Gustavo Hernández y Mauricio Montoya en Regüeltosa y Altiva, Mauricio Muñoz y Juan Manuel Benavente en Talentoso y Roteque, Juan Carlos Loyola y Eduardo Casado en Cuspe y Recuerdo, y el Criadero Los Noques con Alferino y Jesús Valenzuela en Chupalla y Silvestre.
Serie Campeones.
A las 14:15 horas, las veintiuna colleras finalistas ingresaron a la medialuna. Tal como estaba programado, tras la entonación del Himno Nacional, la entidad organizadora rindió un merecido y sentido homenaje: el Presidente Pedro Sánchez brindó unas emotivas palabras a Orlando Gay, destacado dirigente local, promotor de los grandes y recordados rodeos de Victoria de la década de 1970, verdaderos “Champion del Sur”. Acompañado por sus hijos, nietos y bisnietos, entre ellos Omar, Tercer Campeón de Chile 1972 con Elías Alfredo Gazaue, «don Orlando» recibió el aplauso cariñoso de la medialuna y un galvano que simbolizó la ocasión.
Tras la elección del potro Maullín montado por Jean Carlos Schnake como Sello de Raza, se dio inicio a una Serie Campeones corrida íntegramente con vaquillas americanas de muy buen tipo, que permitió soñar con una final de grandes puntajes, sobretodo tras la carrera de 11 positivos efectuada por Lühr y Belmar que los dejó muy escapados de sus más cercanos seguidores.
Quince colleras de 1 punto bueno hacia arriba accedieron a correr el segundo animal, instancia durante la que se empezó a emparejar la competencia: Loyola y Casado sumaron 4 unidades para llegar a 5, misma cantidad que hicieron Schnake y Schnake para llegar a 7; Ramírez y Ramírez marcaron una carrera de 5 positivos para llegar a 6, Schnake y Padilla dieron el salto con 7 puntos buenos para llegar a 11, Lühr y Belmar descontaron 1 para quedar en 10, y Gebert y Gebert anotaron 7 unidades para llegar a 9.
Diez colleras de 2 positivos hacia arriba entraron a disputar el tercer animal, etapa en que los puntajes terminaron de equilibrarse: Loyola y Casado repitieron la dosis del novillo anterior, sumando 4 puntos buenos para llegar a 9, aparecieron Hoffmann y Birchmeier con una carrera de 7 unidades para llegar a 9, Ramírez y Ramírez se anotaron con 4 positivos para llegar a 10, Schnake y Padilla sólo rescataron el punto de bonificación para llegar a 12 y encabezar la planilla, Lühr y Belmar descontaron 3 para quedar en 7, y Gebert y Gebert hicieron 2 puntos malos para también quedar en 7.
Seis colleras corrieron el cuarto animal de 7 unidades hacia arriba, existiendo una atajada de diferencia entre el corte y el puntaje más alto. Pero sólo hubo una enquinchada válida durante las seis carreras de la instancia, anotada por Loyola y Casado al detener al novillo de la paleta, sumando 3 positivos para totalizar 12.
En lo sucesivo, ninguna de las otras cinco parejas pudo marcar: Hoffmann y Birchmeier agregaron nada más que el punto de bonificación para llegar a 10, Schnake y Padilla ni sumaron ni restaron, quedando en 12, mientras que las restantes colleras sólo descontaron (Ramírez-Ramírez, Lühr-Belmar y Gebert-Gebert).
Todos los presentes, espectadores y jinetes, sacaban cuentas hasta que irrumpió el Secretario del Jurado por los altoparlantes: “El primer lugar se encuentra empatado…”, agregando que la cueca de los terceros campeones sería bailada por Hoffmann y Birchmeier.
Con la manga lista, Loyola y Casado salieron en busca del requisito, sumando 2 puntos buenos, obligando a Schnake y Padilla a hacer una atajada para arrebatarles el triunfo: en una definición de infarto, los ercillanos se anotaron con una carrera de 3 unidades, desatando toda la algarabía de su bulliciosa barra y la emoción a raudales de Víctor Mario Padilla, quien por primera vez se coronaba campeón de un rodeo oficial.
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