El dueño de casa y su vecino de Curacautín se impusieron con tranquilidad a mallequinos y visitantes que animaron el «tormentoso» rodeo del Club Lonquimay, dejando a Don Pablo II y Ay Qué Tierno muy bien encaminados para completar. Calor, truenos, lluvia, relámpagos y rayos: ese fue el marco de ambas jornadas de competencia, dos intensas tempestades propias del verano cordillerano. Una treintena de colleras arribaron hasta las instalaciones del Club Lonquimay para disputar el rodeo de Segunda Categoría, tipo Provincial en Series Libres realizado por la entidad que preside…
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