Entrevistamos a José Roberto Standen tras conocer un hecho histórico: la Asociación Malleco será anfitriona de la 16° Final Nacional de Rodeos para Criadores y Exposición Nacional de Caballos Raza Chilena 2020 en Collipulli.
Hasta Coyhaique se trasladaron los dirigentes de la Federación de Criadores de Caballos Raza Chilena para celebrar la edición anual del Consejo Superior.
La extensa cita incluyó una renovación parcial de Directorio que terminó siendo muy significativa por la inédita incorporación de una mujer (Elizabeth Kassis) y la designación de Collipulli como sede de la 16° Final Nacional de Rodeos para Criadores y Exposición Nacional de Caballos Raza Chilena 2020, cuya organización recaerá en la Asociación de Criadores de Caballos Raza Chilena de Malleco que preside José Roberto Standen.
—¿Con qué sensación regresó de Coyhaique?
—Espectacular, hay un espíritu de trabajo en equipo que pone como prioridad al caballo chileno, tanto de los directores como de los presidentes de asociaciones. También nos dimos cuenta que las cosas resultan cuando se pone corazón, fue el caso de Marchigüe, una asociación pequeña que demostró grandeza al efectuar la Final Nacional en enero; dieron una clase de cómo hacerlo bien.
—¿Qué le pareció la elección de Directorio y la incorporación de Elizabeth Kassis?
—Los cuatro candidatos eran espectaculares (Abel Bravo, Sebastián Dabed, Elizabeth Kassis y Pedro Santamaría), y el hecho de que una mujer esté integrando el Directorio por cierto que le da un plus, sobretodo una persona como Elizabeth Kassis que es criadora, participa activamente y tiene una cercanía especial con los caballos; representa lo que hoy requerimos, participación femenina, una bandera de lucha de la cual Malleco es ejemplo.
—¿Cómo se concretó la adjudicación de la sede de la Final Nacional 2020?
—Esto resultó por hacer las cosas bien y demostrar durante todos estos años, el interés de organizar el evento. Pero también quiero resaltar a Ñuble, asociación que bajó su candidatura ante la postulación de Malleco, destaco a Mateo Rodríguez porque cuando supo que tenía que darle su venia a Collipulli, lo hizo de manera muy sentida, diciendo que ello se había pedido desde hace tiempo y dio paso a la aprobación unánime de los presidentes.
—¿Cómo fue al ambiente tras la asignación del certamen?
—Los presidentes demostraron su total satisfacción con abrazos y aplausos, sentí eso de forma muy acogedora. De hecho, no hubo mayor dificultad para la adjudicación: cuando comenzó el proceso y se produjo el hidalgo retiro de la Asociación Ñuble, inmediatamente recibimos una aclamación generalizada del Consejo Superior, lo que fue muy reconfortante.
—¿Cómo perfila el proceso organizativo que comienza ahora?
—Trabajo, trabajo, trabajo. Tenemos veinte meses para formar un equipo, comisiones, modificar algunas cosas, presentar otras nuevas, hablar con las autoridades y dar un ejemplo de transversalidad porque no es algo que sea nuestro, es del país criador. Queremos desarrollar un evento que quede en la historia del país criador, dejar la vara altísima por nosotros mismos, por hacer las cosas bien.
—¿Cómo se imagina esos días de enero de 2020?
—Me imagino la medialuna llena, pretendemos convocar a quince mil personas, para ello vamos a desarrollar un programa que nos permita tener las instalaciones adecuadas para recibir ese volumen de espectadores: al menos, veinte puestos gastronómicos dentro del recinto, estacionamientos para dos mil vehículos, pesebreras, ampliar la tribuna de la medialuna y su perímetro; en fin, que participantes y público se sientan muy agradados.